Mosaico de Alejandro

Fotografía de la página del Museo Arqueológico de Nápoles

Este mosaico que copiaría una pintura griega de época helenística es una de las obras más conocidas de las representaciones del Magno. Tristemente gran parte del mosaico, específicamente donde se encontraría representado el ejército de Alejandro, está perdido. Existen diversas teorías que han intentado buscar la autoría del original griego, tradicionalmente se ha intentado atribuir la autoría a tres posibles pintores: Filoxeno, Helena hija de Timón de Egipto (a ambos se les atribuye un cuadro de esta temática) y Arístides hijo de Nicomaco de Tebas, miembro de la misma escuela que Filoxeno. Por otra parte Giulani propuso la posibilidad de un origen italiano, planteando que el mosaico se habría basado en las representaciones que aparecen en las cerámicas de Apulia que tratan el mismo tema, teoría que fue descartada, al no tener estas cerámicas el mismo nivel de detalles históricos que presenta el mosaico, sino que muestran una mismo temática pero no una escena similar, parece más lógico pensar que las cerámicas de Apulia recogen, historias de carácter oral que pudieron llegar a Italia. Una última teoría realizada por Moreno (2001), adjudica la elaboración de esta obra a Apeles, el pintor de  corte de Alejandro, basándose exactamente en la idea de la excelente calidad de la pintura, las técnicas con que fue realizada y el detallismo que podemos observar en el tratamiento del ejército persa, que un autor posterior no debería conocer.

Se puede observar una escena de batalla, donde el ejército macedonio avanza hacia la derecha donde aparece representado el momento en que Darío está huyendo en su carro, mostrándonos un gesto de dolor, al ver que un jinete es atravesado por una lanza macedonia, mientras el resto del ejército persa desorganizado por el avance, intentan proteger a su rey. Alejandro es representado a caballo, con la armadura puesta en la cual hay una cabeza de medusa como símbolo apotropaico. En la mano derecha porta un xyston (la lanza macedonia de caballería), con la cual está traspasando el cuerpo a un soldado persa, al que Darío dirigía el gesto. Destacable es la cantidad de detalles que se puede observar en la obra que la hacen única. En las fotografías podemos ver varios detalles del ejército persa, que es la parte que mejor se conserva del mismo, como la espada clavada en el vientre del caballo que está caído en el suelo con su jinete aún montado, las decoraciones tanto en la vestimenta como en las mantas de los caballos o el soldado al que se le refleja su rostro en un escudo

Como podemos ver guarda gran parecido la cerámica y el mosaico, dentro de lo posible al ser diferentes el formato y el tamaño de ambas piezas, que permiten un mayor nivel de detalle en el mosaico: Alejandro cargando con sus compañeros, el jinete y el caballo heridos en la misma posición que encontramos en el mosaico y el gesto de Darío que ve el desenlace de la batalla.